La palabra innovación, por su rotundidad, es comodín en todos los discursos, suena positiva y ha traspasado las fronteras de la gestión para usarse en muchos contextos, mucho más allá del mundo empresarial. En este libro damos la bienvenida a este movimiento de extensión y sugerimos que incluso debe acogerse yreforzarse para crear las bases de un comportamiento, de una cultura social para afrontar los cambios de la sociedad actual. Una vez la innovación fue, hace ya 100 años, un departamento de científicos llevados a la empresa para extraer de los descubrimientos científicos productos y servicios para la sociedad.Después fue necesario añadir a este concepto la inteligencia de diseñar los productos desde las necesidades del comprador, para luego concluir que las dos cosas convergían y eran igualmente necesarias. Más tarde, con el avance tecnológico, vimos que la innovación se podía realizar en abierto, más allá de los muros de la empresa, y que en estos procesos en red se integraban conocimiento ajeno y propio. Ahora más que nunca el ecosistema o entorno alrededor del innovador cuenta de manera determinante. Y en esas estamos ahora. Esta publicación,sin embargo, propone un paso adelante, y promueve la innovación como una cultura, una forma de pensar, que va a trascender de las empresas a las instituciones y colectivos sociales. Toda cultura se manifiesta en unos comportamientosy buscamos con esta propuesta mecanismos para hacer extensivo el hábito innovador, para congregar inteligencia colectiva, para lidiar con la incertidumbre que ha venido para quedarse.