Un poemario dirigido a niños que tiene como tema central la tristeza y las lágrimas no es muy corriente en el panorama de la literatura infantil. El primer poema comienza con una niña preguntándose cuánto pesa una lágrima, o lo que es lo mismo, cuánto pesa la tristeza, y el poema final con la respuesta muy sabia del erizo. Mientras tanto hemos leído hermosos poemas sobre la pena.