El presente trabajo gira en torno al siguiente interrogante: ¿existen las condiciones necesarias para implementar la carrera profesional en nuestras Administraciones Públicas? Para dar una respuesta adecuada a este interrogante, serán analizados un conjunto de variables y elementos del sistema de empleo público español. Y es que, en efecto, es imprescindible partir de una conceptualización del empleo público como un sistema integral, en el que los diferentes subsistemas quedan interconectados, y donde la carrera se sitúa como un elemento nuclear para el sistema. En un instrumento que ha de permitir una adecuada ordenación de los recursos humanos que potencie la eficacia y efectividad de la organización en su conjunto, incentivando y profesionalizando al personal a su servicio. La interiorización de esta conceptualización de nuestro sistema de empleo público pasa asimismo por el entendimiento de que el concepto de carrera profesional es distinto de lo que hasta la fecha se definía como carrera administrativa, que sólo consideraba a ésta como un elemento de progreso profesional de los empleados públicos. Si se consideran equivalentes ambos conceptos se anula cualquier oportunidad de mejora e impiden que la carrera se constituya en un verdadero elemento esencial en la gestión del empleo público.