Durante miles de años, los seres humanos han prosperado sin «comida para bebés» (un invento de finales del siglo XIX). La raza humana ha conseguido llegar hasta aquí consumiendo en su mayor parte alimentos naturales. En las últimas décadas es cuando hemos empezado a planificar y procesar en exceso la comida, lo que nos ha conducido a ponernos constantemente a dieta, padecer enfermedades crónicas y trastornos alimentarios, desconfiar de nuestro cuerpo y sumirnos en una monumental confusión sobre cuál es el mejor modo de alimentarnos a nosotros mismos y a nuestras familias. Comer es una habilidad innata que las estrategias de marketing y una cultura de la dieta han complicado demasiado. Ya es hora de dejar atrás esta cultura de la dieta en nombre de toda la familia. ¡Todo comienza con el primer bocado del bebé! Cuando muestran indicios de estar preparados para tomar alimentos sólidos, los bebés pueden comer casi lo mismo que el resto de la familia. Además, al apoyar el proceso de autorregulación (otra habilidad innata) y centrarnos en alimentos naturales, contribuimos al desarrollo de niños, padres y familias más sanos. No es necesario que prepares una comida diferente únicamente para tu bebé ni que conviertas en puré todo lo que comes para ayudar a que tu hijo crezca de forma saludable. Con algo de paciencia, dedicación y habilidad, puedes transformar casi cualquier comida familiar en una apta para bebés. Siguiendo el método del baby-led weaning, las nutricionistas Wendy Jo Peterson y Leslie Schilling te ofrecen consejos, instrucciones paso a paso y recetas sencillas para que puedas asegurarte de que tu hijo entra en contacto con alimentos saludables y sabrosos lo antes posible.