José Álvarez Junco analiza en esta obra el proceso de construcción de la identidad española a lo largo del siglo XIX. La idea de España, previamente formada alrededor de la monarquía y el catolicismo, se vio afianzada a principios de la edad contemporánea con la llamada «guerra de independencia» contra los franceses, y las elites intelectuales emprendieron a continuación su construcción cultural en términos que se adaptaban a la era de las naciones. Sin embargo, esta tarea se vio obstaculizada muy pronto a causa de la continua inestabilidad política, el atraso económico, la pérdida del imperio y la inexistencia de amenazas exteriores. A estos factores se añadieron, además, la carencia de un sistema educativo y un servicio militar verdaderamente nacionales, aparte de los interminables debates en que se enzarzaron liberales y conservadores sobre el sentido y la orientación política de la identidad española. La derrota en la guerra cubana de 1898, que cerró el siglo, provocó una última crisis de identidad, de la que surgieron los proyectos nacionalistas alternativos.