Se han identificado los entes mixtos turísticos de destino local existentes en España un número relativamente pobre, distinguiéndolos de otras formas de colaboración público-privada. Siguiendo un patrón de dominio de los entes por parte de los socios públicos, estas instituciones turísticas persiguen un mejor conocimiento de los mercados, mayor consenso entre los socios y compartir la estrategia. No todos los entes se constituyeron para buscar mayor eficiencia, sino que más bien influyeron la ideología dominante, la imitación de ejemplos aparentemente exitosos, el prestigio político y social de los socios, el oportunismo ante ayudas públicas, el cortoplacismo en términos de ciclos electorales y la cooptación del sector privado por el público. Una aportación fundamental es que probablemente estos entes, tal y como están configurados hoy en día, pueden no ser instrumentos idóneos para la gestión del destino en su conjunto.