En el mundo griego de los siglos V y IV a. de C. encontramos los orígenes del pensamiento filosófico y de los fundamentos del Derecho. En concreto, en las obras de Aristóteles quedaron establecidas las notas esenciales de lo jurídico, como manifiesta la autora de este libro. Cuando filósofos del Derecho de la hora presente desvían sus especulaciones hacia cuestiones como la lógica formal, intentando encumbrarla a la cima del saber filosófico-jurídico, se hace perentoria la evocación del Estagirita como la fuente donde han bebido en sus construcciones tanto jurídicas como políticas los pensadores más representativos de la cultura occidental. Esta obra encierra el mérito de recordar, una vez más, el origen de los fundamentos del Derecho, cobrando por ello un alto valor pedagógico, a la vez que sirve como acicate para que los estudiosos del derecho vuelvan de nuevo a dirigir su mirada a la creatividad, nunca superada, de los magnos pensadores de la Grecia de aquellos siglos, emergiendo sobre todos ellos la figura y el pensamiento de Aristóteles.