Entre 1840 y 1920 miles de vascos cruzaron hacia América escapando menos a la miseria que a un horizonte económico limitado. Llegaron a la Argentina y se internaron tierra adentro, algún tiempo antes que otros grupos europeos, con la intención de aprovechar los enclaves productivos pampeanos y las oportunidades que brindaban los pueblos nuevos. Desde el punto de vista económico los vascos se nos presentan como uno de los grupos de inmigrantes que más se ajusta a la consigna de que logró "hacerse la América", pero también uno de los grupos que más justamente ayudaron a "hacer" esta parte del nuevo continente.