La magia, los duendes buenos, el sentido del humor y la intriga, forman parte del universo literario de Jaime de Armiñan. Con Los duendes jamás olvidan no sólo su lectores se sentirán complacidos, sino todos aquellos que gustan de dejar volar su imaginación con una sonrisa en los labios. Claudio Cotrús es un hombre con aspecto de galán maduro de teatro que no tolera la mala educación, un punto maniático y amante de la compañía femenina. Un mal día y por puro azar, llama a la puerta de su hotelito Leandro de Mendoza, popular presentador de un concurso de televisión, a quien Cotrús odia con todas sus fuerzas. La fatalidad y un encontronazo serán los culpables de que el protagonista acabe con la misteriosa vida del presentador. De esta forma arranca un relato lleno de ritmo en el que todo es posible porque así somos los seres humanos. Una novela repleta de historias, poblada de “okupas“ y de personajes encantadores -entre ellos el duende de Benny Moore-, que termina en la Costa de la Muerte, en esa Galicia en la que tan bien se entiende la magia.