Mayo es el mes de María, pero todos los meses son buenos para orar y alabar a la Madre de Dios. La poesía de autores consagrados y anónimos se hace oración en este singular canto a la Madre. Estructurado según los ya clásicos meses de mayo o de María, esta obra tiene toda la originalidad y la frescura que brota de nuestro corazón agradecido de hijos.