El silencio, sin lugar a dudas, nos sirve para recuperar la finura de espíritu necesaria para percatarnos de que un detalle no es algo irrelevante sino la manifestación de un derroche de amor. El recogimiento participa de otra filosofía de vida, en donde lo más importante no es estar distraído (o informado), sino la reflexión, la creatividad y la búsqueda de emociones en complicidad con el silencio. Miguel-Ángel Martí García, es Catedrático de Filosofía, ha publicado muchos libros. En todos sus escritos pretende hacer una analítica existencial en torno a la autenticidad del hombre.