Un Manual de Pastoral Juvenil es lo que pretende ser este volumen. Sin abordar aspectos más prácticos del hacer, marca los pilares de una pastoral juvenil teológicamente bien centrada. Dos ejes transversales que están como fondo en todo el libro son: una buena pastoral exige unos cimientos sólidos teológicos y educativos; una buena pastoral juvenil es prioritaria en la Iglesia hoy. No es posible rejuvenecer la Iglesia sin la presencia de los jóvenes en ella. No es posible ser creíbles sin vivir juntos la profecía y la mística de la fraternidad. Una Iglesia que no conecta con los jóvenes de hoy se anquilosa y da síntomas de no escuchar al Espíritu. Este Manual, que en el original italiano promete un segundo volumen, está estructurado en dos partes. La primera aclara tres puntos: la fuerza del Espíritu, la evangelización, la educación. La segunda propone: el objetivo de la pastoral juvenil, los criterios para hacer buena pastoral juvenil, y los ámbitos de la pastoral juvenil. El Sínodo nos ha pedido un relanzamiento valiente de la pastoral con y para los jóvenes. Ha indicado caminos, el primero de todos, asumir toda nuestra acción pastoral, y en particular la juvenil, en clave vocacional. Ha pedido no tener miedo de arriesgar caminos nuevos, porque en un tiempo de «cambio de época», hacer pastoral según el «siempre se ha hecho así» se convierte en algo irreal, infecundo e incluso ridículo.