El viajero que cuenta su viaje revive para él y para otros la que ha sido, en origen, una experiencia personal intransferible. Viajar es trasladarse y contar es también trasladar con palabras. Traslado o metáfora, el viaje es también imagen de la vida humana, como se viene repitiendo desde la Antigüedad. Por ello, quizá, los relatos de viajes constituyen un producto textual inagotable que se manifiesta en todos los tiempos y en las más variadas modalidades literarias. La investigación hispanística y la industria editorial española de los años recientes han neutralizado un juicio erróneo y han suscitado, cada una desde el ámbito de su influencia, un gran interés por los textos de viajeros antiguos y contemporáneos. Existe, pues, un vigoroso esfuerzo intelectual sobre los libros de viaje que podemos documentar tanto en las publicaciones recientes como en las abundantes actividades académicas que enriquecen la investigación sobre este gran continente de textos. Todo ello se traduce en la cada vez mayor interrelación entre los especialistas en el tema que trabajan en España y los que trabajan en otros países, tal como se muestra en este volumen.