Prisas, prisas y más prisas. Necesitamos tiempo para trabajar, para dormir, para cuidar a la familia, para estudiar, para ir al gimnasio, tiempo para relacionarnos con los demás
y para desplazarnos de una actividad a otra. Esa es la causa de que cada día comamos peor: como no tenemos tiempo para ir a casa a la hora del almuerzo, sucumbimos a la comida rápida con ración extra de calorías o bien a aburridos e insípidos menús de bar. A veces llegamos incluso a la solución más fácil: saltarnos la comida para luego, en casa, arrasar la nevera. Estas opciones alimenticias tan poco sanas pero tan comunes en los tiempos que corren pueden evitarse con las propuestas de Cocina para llevar. Soluciones fáciles para enfrentarse a una exigente jornada de trabajo, a través de un sencillo pero suculento recetario para abastecer un termo o una fi ambrera con el alimento necesario para mimar el paladar
y, sobre todo, conservar la salud.