El DOMUND 2012 y su llamada a precisar cuál es la verdadera clave de la misión y del trabajo de los misioneros han sido la ocasión o el detonante de este libro. Lo que se pretende en él es dejar constancia permanente de que la identidad de esos hombres y mujeres —tan de carne y hueso como nosotros― se cifra en ser «misioneros de la fe». El libro está dividido en tres secciones. La primera se titula «Anunciar la fe», y en ella se aprecia cómo el Año de la Fe, este gran acontecimiento eclesial, ha servido para iluminar el sentido de la Jornada Mundial de las Misiones. La segunda sección se hace eco del precioso calificativo que Pío XII dio a los misioneros: heraldos o «Pregoneros del Evangelio» (Evangelii praecones). La última ofrece tres botones de muestra de la resonancia que los misioneros y su actividad cobran en nuestra sociedad, gracias a su presencia en «Los medios de comunicación, altavoces de la misión».