También como aspiración programática, nuestro legislador ha configurado al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas como un tributo de naturaleza personal y subjetiva. Así pues, no habría mejor forma de cumplir con tal compromiso si el mismo consigue gravar, en menor medida, a aquellos que, por diversos motivos, y aún obteniendo renta sujeta al impuesto, se encuentran en una situación de desfavorecimiento que -hoy más que nunca- debe de ser tenida en cuenta por el fisco (en definitiva por la sociedad) para modular su carga tributaria, aliviando la peculiar situación que acompaña a un contribuyente de forma puntual, temporal, o permanente. En esta obra, de indudable actualidad, su autora repasa el régimen que el Impuesto concede a estos colectivos, de forma sistematizada, con ánimo crítico pero a la vez constructivo, procurando propuestas de lege ferenda que contribuyan a hacer de este Impuesto un tributo, si cabe, más personal, más subjetivo, más acorde con principios de justicia y solidaridad.