Lima tuvo la suerte y el honor de ser la primera ciudad de la América del Sur que contara con una imprenta, como México lo había sido de la septentrional. Este estudio bibliográfico en cuatro tomos llega hasta 1824, aquel en que terminó de hecho la dominación española en el Perú. La obra incluye, aparte de los libros impresos en Lima, los que se imprmieron en la residencia que los jesuitas tenían en Juli en los años 1610-1613, ya que guardaban mucha relación con el tipógrafo limeño Francisco del Canto.