En estos últimos tres años, hemos vivido mentiras, polémicas y debates televisados de los paniaguados de turno, que provocan un ruido que llega a aturdir. Al tiempo, encontramos serias dificultades para obtener información fiable, ya que el volumen de la que podemos acceder diariamente resulta inabarcable, y tratar de comprender el sentido de una u otra acción política económica, o mejor, de economía política, exige una constancia y una dedicación en el seguimiento y análisis de los datos que muchas veces se convierte en un esfuerzo imposible. El 2015 es un año cargado de consultas electorales, en el que por primera vez en cuarenta años las élites políticas o económicas se han sentido inseguras y preocupadas por el resultado de unas elecciones, por lo que se nos ha tratado de convencer a través de la repetitiva propaganda, de que hemos abandonado la crisis. Pero nada más lejos de la realidad, sino que por el contrario, el régimen del 78 ha continuado ejecutando las políticas neoliberales que han marcado la reforma constitucional, que otorga prioridad al pago de la deuda del Estado por encima de cualquier otro tipo de gasto, por lo que estos textos pueden servir a los lectores para hacerse una idea clara, no sólo de lo ocurrido en esta legislatura, sino también de lo que podemos esperar de la siguiente.