Quienes en el mundo de habla hispana muestran interés por los asuntos relacionados con China suelen analizar este país a través de los sucesos políticos, culturales o económicos, pero casi nunca se detienen a mirar al Imperio del Centro a través de su Derecho, es decir, raras veces se investiga el sistema jurídico de la República Popular China. Este hecho es muy llamativo, no solo porque toda actividad humana está sometida a reglas morales, sino porque la ciencia del Derecho es el instrumento que crea e impone las reglas de juego en la vida de la sociedad. Además, con la importancia que tiene la economía internacional, no siempre somos conscientes de que la instrucción en el Derecho de un país determinado asigna una ventaja decisiva y una inequívoca seguridad económica a quienes conocen los sistemas jurídicos de los mercados objetivo, en este caso China, y penaliza a los competidores que ignoran las pautas de aplicación de ese Derecho concreto, lo que hace que esos competidores no puedan concurrir en igualdad de condiciones. El estudio del Derecho de la República Popular China, en combinación con otras materias como su economía, sus sistemas de información o su tecnología, resulta esencial, porque sin esos conocimientos jurídicos los países ponen en riesgo su soberanía y los ciudadanos nos jugamos nuestro bienestar. Asimismo, en el tablero global intervienen factores y agentes que pueden resultar desestabilizadores por medio del ordenamiento jurídico, por lo que conocer el Derecho de países como China, resulta determinante para nuestro futuro.