La semilla humilde de un grano de trigo puede germinar fecundamente en un fruto deseado mirando el mañana, verdadera parábola de lo que debe ser la pastoral de la esperanza. La sociedad, la familia, la Iglesia y el sacerdocio nos reclaman las razones que hemos de estar dispuestos a dar para hacer creíble y amable en este rincón de la historia nuestra esperanza. Es de agradecer que el cardenal Gerhard Ludwig Müller nos haya trazado este itinerario para responder con el papa Francisco a los desafíos que tenemos en este momento de la historia» (Fr. Jesús Sanz Montes, ofm. Arzobispo de Oviedo).