Lo que estos cronistas escriben es crónica pero también es literatura, porque miran la realidad desde distintos puntos de vista para ofrecer un relato que nunca será igual a otro. Y aunque no se trata de ficciones, los instrumentos utilizados son los de la ficción. Son periodistas literarios porque el tono de lo que escriben no responde necesariamente al que obliga a quienes redactan una noticia.