En este libro el punto de partida de la epistemología de Popper es el realismo del sentido común, realismo crítico por cuanto que afirma constantemente -en contra del mito del marco teórico- la necesidad de poner en tela de juicio el propio punto de partida. Sin embargo, el autor rechaza la teoría del conocimiento del sentido común que concibe el conocimiento como un proceso pasivo -teoría del cubo-, consistente en acumular los datos directamente recibidos a través de los sentidos, para situar en su lugar una concepción activa del conocer -teoría del reflector-, necesariamente ligada a expectativas previas; de modo análogo a como ocurre en el proceso de la evolución biológica. Tanto la evolución como el desarrollo del conocimiento exigen una es-tructura innata genéticamente a priori -aunque no válida a priori-, que suministra el material de partida que la selección natural o la crítica racional han de modificar para producir el siguiente estadio de desarrollo. Desde esta perspectiva, se lleva a cabo la crítica del inductivismo, poniendo en tela de juicio el carácter definitivo de toda pretensión de conocer, abogando por una crítica continua y sin fronteras de todas sus instancias, que no son más que conjeturas provisionales.