Traducción de Francisco Cusó. El capitán Whalley, personaje central de esta obra, representa los valores de otra época en todos los sentidos. Héroe del mar como descubridor de nuevas rutas en Extremo Oriente y con un código moral indestructible sobre el honor y el deber, se ha convertido en una leyenda. En el relato lo encontramos ya en su vejez, aunque conserva un porte imponente y distinguido, obligado a vender su barco para ayudar económicamente a su hija y a compartir la propiedad de un viejo vapor, del cual asume el mando. Esto le permitirá subsistir y, llegado el momento, dejar una modesta herencia a su hija. Este ideal, que para él es su única razón de vivir, es amenazado por una nueva circunstancia que llevará al capitán Whalley en un instante trágico a traicionar sus valores morales para favorecer al ser humano que es objeto de su profundo amor.