Cora Moret y Chino Montenegro se conocen a mediados de los años sesenta en un solitario vagón rumbo a Cádiz. Tienen diecisiete años, son inteligentes, escépticos y no pertenecen a nada. Él, hijo de un arrumbador del puerto de Cádiz y la florista del cementerio, sueña con ser escritor; ella, nacida en el Marruecos colonial y criada en salones de mármoles y silencio, se lo cuestiona todo y lo contrario, también. Pese a ser tan diferentes se reconocen enseguida como dos iguales. Su historia se prolongará, intermitente y asombrosa, hasta el final de sus días. Mientras, Chino se convertirá en un reconocidísimo escritor gracias a Los muertos felices, en cuyas páginas concibe el enamoramiento como una enfermedad, un fogonazo que ciega y destruye. El libro cambiará la noción de amor en el mundo y también el curso de sus propias vidas. Será Alicia, una joven inteligente, idealista y condenada a la soledad quien, deslumbrada por el personaje de Cora, su vecina del ático, irá recomponiendo las piezas de un romance fuera de lo establecido y del que nadie imagina su misterioso final. Casilda Sánchez Varela ha escrito una novela cautivadora que arrastra al lector a un mundo de sentimientos hondos y desbordados. Una narración hipnótica, inspirada en ambientes de sus propias raíces, que no dejará a nadie indiferente.