Estupendo texto de Andrew Clements, ambientado en un centro de enseñanza primaria en el que tras una discusión entre dos alumnos, Dave y Lynsey -que discuten acaloradamente sobre quiénes son más habladores, si los chicos o las chicas-, trata, como el que no quiere la cosa, de temas bastante más serios: la guerra de sexos, los conflictos de autoridad y la importancia de lo que se dice y de lo que se calla. La figura de Gandhi inspira a Dave, que propone a Lynsey mantenerse prácticamente en silencio durante dos días completos. El sistema de honor que se establece entre los protagonistas, basado en la plena confianza de cada uno en la honradez del otro, las distintas reacciones de los profesores y la camaradería que se desarrolla entre chicos y chicas, se tratan con la concisión y el acierto al que nos tiene acostumbrados Andrew Clements. Tanto, que al final del libro, llega el momento en que los dos protagonistas se miran y ya no necesitan palabra alguna...