Hatshepsut fue un gran personaje que se convirtió en el rey del Alto y del Bajo Egipto. Por ser mujer y faraón hizo temblar los cimientos del reino del Nilo, y sus sucesores la condenaron al olvido —sobre todo los grandes faraones Sethy I y Ramsés II—. Atentó contra los esquemas básicos que configuraban la sociedad faraónica, algo que nunca se le perdonó, y su biografía fue enterrada entre las arenas del desierto. Como cuidadosos detectives, Teresa Bedman y Francisco J. Martín Valentín —que excavan desde hace años en Deir el-Bahari— se han sumergido en los documentos, desvelado el hilo conductor de los acontecimientos y desentrañado las intenciones de los protagonistas de una historia viva que tambaleó las estructuras y los cimientos milenarios de Egipto. Un imperio que conoció uno de los momentos más brillantes de su historia de la mano del gran faraón que fue Hatshepsut.