En 1975, recién nombrado obispo de Saigón, François-Xavier Nguyen Van Thuan fue arrestado y pasó 13 años preso en Vietnam. Una vez liberado, presidió el Consejo Pontificio Justicia y Paz hasta su muerte en 2002. Entre sus enseñanzas impacta sobre todo su invitación coherente, sencilla y a la vez solemne a no cerrarse a la esperanza, sino al contrario a cultivarla en uno mismo y a suscitarla alrededor: es la invitación de uno de sus testigos más creíbles y sinceros. Esta selección de pensamientos recoge sus palabras de esperanza escritas en prisión y hasta el final de sus días.