Este es un libro importante sobre Aníbal, con hallazgos históricos significativos. Hasta ahora se venía dando por sentado que Aníbal había perdido 30.000 hombres a su paso por la Galia y los Alpes, que su ejército había sufrido lo indecible cruzando las marismas del Arno y que fue derrotado en la batalla de Zama. En este libro se demuestra claramente que nada de esto sucedió en realidad. Aníbal sólo perdió unos 500 hombres en la Galia y en el cruce de los Alpes, y tampoco existían ni existen actualmente las marismas del Arno. Efectivamente, fue derrotado en Zama, pero porque ya veía la guerra perdida y pactó con Escipión una derrota para salvar a Cartago de la destrucción. Además, el autor cree que ha encontrado el auténtico campo de batalla de Cannas, al lado de una colina que posee abundantes restos de cerámica relacionada con las ofrendas hechas por los cartagineses a sus dioses en agradecimiento por la batalla tan increíblemente ganada. El hallazgo de los restos facilita suficientes datos para comprender los complicados movimientos que Aníbal utilizó para derrotar a los romanos en Cannas.