Reúne el trabajo realizado por el artista entre 2005 y 2009, periodo en que se dedica a copiar a lápiz con la ayuda de un microscopio las imágenes de niñas y niños desaparecidos publicadas en el diario Metro. El realismo de los dibujos, lleva a confundir la percepción y a suponer que son piezas fotográficas.En el libro Fabrizio Mejía Madrid, quien investiga el origen del nombre de la calle que titula la muestra, aborda la experiencia de la pérdida de manera literaria; Itala Schmelz elabora una lectura, a partir de las nociones de diferencia y repetición de Gilles Deleuze, para entender el trabajo del artista; y Christian Gerstheimer entabla un diálogo con Lieberman, en el cual el artista reflexiona sobre su obra. La reproducción facsimilar de los 100 retratos se acompaña con información de cada menor, tal y como aparece en la prensa, y en su conjunto nos entregan una obra monumental.