El escritor y abogado, Josep María Loperena, pone fin a una triología que avala su compromiso con la justicia y su desprecio por los malos juristas y políticos. Por sus páginas desfilan los grandes corruptos de una época heredera del miedo, el hambre y la opresión: políticos, altos funcionarios, banqueros, abogados del estado, jueces, letrados, economistas o empresarios.