Este libro indaga en la relación entre la Monarquía española y los virreinatos americanos en las décadas centrales del siglo XVII a través de la vida y obra de Juan de Palafox (1600-1659). Hechura de Olivares, fiel servidor del rey, pactista convencido y justiciero implacable, Palafox llegó a Nueva España en 1640 con un ambicioso programa de reformas que generaron una profunda convulsión. Palafox impuso la autoridad del clero secular sobre las órdenes religiosas e intentó potenciar el poder de los criollos a costa de una corrompida burocracia virreinal. El resultado fue un enfrentamiento abierto a varias bandas que culminó con el obligado regreso de Palafox a España en 1649. Sus pretensiones se estrellaron contra una Monarquía en crisis: la quiebra económica, las derrotas militares y las revueltas internas hicieron más necesarios que nunca los recursos americanos y desaconsejaron inciertos experimentos pactistas. El proyecto reformista de Palafox fue sacrificado a la supervivencia de la Corona. Su fracaso puso de manifiesto el desafío de gobernar una Monarquía compuesta en tiempos de crisis y creciente presión internacional.