Aprovechando el auge de la novela histórica, las aportaciones eruditas del historiador Auguste Maquet y su propia capacidad de fabulación, tejió Dumas la peripecia de Los tres mosqueteros —que, como todo el mundo sabe, en realidad son cuatro—, ambientándola en el reinado de Luis xiii con el trasfondo de las maniobras palaciegas del todopoderoso cardenal Richelieu. Dumas, que sabía manejar como nadie el diálogo y los golpes de efecto, sin cuidarse de inexactitudes ni anacronismos, confeccionó una historia trepidante de amores, aventuras, intrigas y cinismo, encarnada en unos personajes que han pasado a ser paradigma del amor, la perversidad y el heroísmo.