Cuando Pomelo era muy pequeño no distinguía entre lo alto y lo bajo, lo duro y lo blando, las preguntas y las respuestas, el principio y el final... El entrañable elefantito de huerto vuelve a enamorarnos con su ignorancia y, en contrapartida, con su sabiduría. No se trata de un libro más de los muchos que existen para que los niños aprendan a diferenciar los conceptos básicos. Esta historia-como todas las de Pomelo- es lo opuesto a una del montón. Es divertida, original, sutil e inteligente. En casa o en el colegio, este libro para conocer los contrarios es igual a un éxito.