Se presenta este cuento con dos caminos para elegir, entretenimientos y una moraleja sobre la honestidad. Los padres deberían leerlo junto a sus niños. Cuando éstos tengan que optar por un camino, los padres les preguntarán cuál de los dos les gustaría elegir. Entonces, les leerán la situación que los niños eligieron. Ellos verán las posibles consecuencias de su propia decisión, tanto de la apropiada como de la inapropiada. Al terminar de leer, los padres podrían enseñar a los niños que ser honesto es ser sincero y no apropiarse de lo ajeno, ni engañar ni mentir. Aun siendo jóvenes, los niños son capaces de ser honestos. No dejar a sus amigos trabajar solos, no molestar a sus hermanos menores, ni tomar sin permiso útiles, juguetes o dinero de otras personas son ejemplos de honestidad. Los padres podrán así fomentar que sus hijos se conviertan en personas honestas en el futuro.