¿Qué es un golpe de Estado? Si la expresión ha adoptado el sentido restringido -adquirido con las revoluciones de los siglos XVIII y XIX- de empresa violenta mediante la que un individuo o un grupo se apropia del poder o lo cambia violentamente y al margen de la ley y la Constitución. En el siglo XVII se llama golpe de Estado a la acción que decide algo importante para el bien del Estado, al acto extraordinario a que recurre el príncipe para lograr lo que concibe como salvación del Estado: la acción decisiva, extrema, violenta, por la que en una situación y un contexto particulares, el gobernante no sólo zanja y conduce a una decisión y a un resultado definitivos, sino que incluso -y aquí está el valor de los calificativos extraordinaria o extrema- lleva su acto a los límites de su poder; de aquí su violencia que introduce la cuestión fundamental de su justificación y su legitimidad. El golpe de Estado del príncipe -nos enseña Naudé en esta obra curiosa, tesoro de gabinete de la que en origen (1639) se imprimieron doce ejemplares- es el poder del Estado regresando a la violencia originaria de su fundación, al fundamento de fuerza. El golpe de Estado revela, en el instante mismo de su manifestación, el fundamento del poder; es el apocalipsis de su origen.