Este libro es una invitación a reflexionar sobre el fracaso escolar desde una perspectiva en la que éste se entiende como un fenómeno que interroga al sistema educativo, a las escuelas y al trabajo docente y no como un problema residual derivado de las insuficiencias de ciertos alumnos que no alcanzan los estándares propuestos, tal y como se postula desde una lógica deficitaria o carencial. Desde esta perspectiva de la responsabilidad institucional y social en la construcción del fenómeno del fracaso escolar se analizan algunas buenas prácticas dirigidas a hacer de los centros educativos espacios de aprendizaje y bienvenida para todo el alumnado. El elemento sustancial y original en todo ello es que el texto ha sido construido tomando como punto de partida las propuestas realizadas por los jóvenes que han participado en las sucesivas investigaciones realizadas en los últimos años, y son ellos quienes hablan desde su propia experiencia biográfica.