Tenía setenta y siete años cuando fue nombrado Papa. Había forjado experiencias en mundos de cristiandad escasa y difícil. Lo sabía todo de tolerancia y comprensión. Gustaba a todos salvo a unos pocos. Más a los sencillos que a los sabihondos. Convocóun Concilio para rejuvenecer las estructuras de la Iglesia. No le gustaban los profetas de calamidades . Sus cinco años de elección le bastaron para realizar una obra ingente.