El sombrero de tres picos es obra ya incardinada en el acervo popular de la cultura hispana. Pedro Antonio de Alarcón recogió de la tradición literaria un asunto que había dado motivo a un sinnúmero de versiones tanto orales como escritas. A partir de una equívoca situación de triángulo amoroso, el novelista granadino urde, con mirada burlona, una graciosísima historia de desencuentros plagados de incidencias, a cual de ellas más chispeantes. En esta narración se integran lo mejor del realismo del siglo XIX, la ingenuidad de los romances tradicionales y los trazos gruesos de los sainetes populares. Los personajes aparecen descritos con sabias pinceladas de color y tipismo, convertidos en arquetipos de una ficción plasmada para la posteridad con una estructura narrativa que ha sido trasladada a otras muy diferentes expresiones artísticas: música, teatro, danza...