El sociograma es la mejor técnica para lograr una imagen precisa de las relaciones informales existentes en el seno de los grupos. Relaciones que frecuentemente permanecen ocultas, o poco visibles, para quienes trabajan en entornos grupales, ya sean docentes o directivos de organizaciones. Uno de sus grandes méritos reside en la sencillez de las observaciones y de los datos iniciales necesarios para conseguir los índices cuantitativos que expresan la naturaleza e intensidad de las relaciones, tanto afectivas como instrumentales. De esta manera, se pueden conocer las redes informales de comunicación y atracción interpersonales que explican por qué, dentro de una misma organización formal, un grupo escolar responde con entusiasmo en las tareas de clase, mientras otro reacciona frente a las mismas actividades con apatía u hostilidad. O por qué en el contexto laboral organizaciones con la misma estructura formal no actúan con la misma motivación, ni consiguen las mismas tasas de productividad. Con la misma intención que hoy se justifica su utilidad, el sociograma fue concebido hace cincuenta años con fines exploratorios y diagnósticos en organizaciones docentes y laborales. Sin embargo, con el tiempo ha ganado en potencial explicativo y en bondad diagnóstica y, por ello, actualmente se emplea con frecuencia en diversos entornos organizacionales, desde colegios hasta grandes empresas. En la obra se explica con detalle cada una de las fases de elaboración del sociograma, ilustrándolo con ejemplos del ámbito escolar y laboral. Se introducen, además, nuevos índices y fórmulas más sencillas y justificadas, así como estrategias concretas de elaboración del informe sociométrico que actualizan notablemente esta técnica.