Los males menores, compuesto de treinta y ocho microrrelatos, es un ejemplo claro de la maestría literaria de Luis Mateo Díez. Dado que el género se presta, como ningún otro, a la experimentación, el autor se acerca en esta obra a los límites de la condensación, la intensidad, la expresividad y la imaginación para llamarnos la atención sobre la fragilidad de la vida humana, lo paradójico de la existencia y lo ambiguo de nuestra conducta, o mostrarnos los anhelos más recónditos, así como el lado oscuro de los sueños.