Mientras descansa en una playa de California al final del verano, los pensamientos de Jane Marsh vuelan hacia el pasado, hacia su infancia transcurrida en la finca Elvie, en un remoto rincón de Escocia. Jane recuerda con nostalgia las colinas cubiertas de hierba y el lago solitario, pero también a algunas personas difíciles de olvidar como su abuela y, principalmente, Sinclair, el atractivo Sinclair con quien soñaba casarse y afincarse en Elvie para siempre. Ahora, después de tantos años, el abogado de su abuela le comunica que debe regresar con urgencia a Escocia, sólo que esta vez no le espera un dulce amor de adolescencia sino la abrasadora pasión de un adulto, junto a la terrible sospecha de que quizá el hombre con quien va a casarse no sea el adecuado para ella.