El Catecismo de la Iglesia Católica, a diferencia de los precedentes, ha dado un gran relieve a la oración. Pero, como dice Juan Pablo II en la Constitución apostólica Fidei depositum, este catecismo «se destina a alentar y facilitar la redacción de nuevos catecismos locales que tengan en cuenta las diversas situaciones y culturas». Es decir, que su contenido debe ser reelaborado oportunamente. El presente libro se mueve en esa línea: pretende acomodar para el creyente de hoy el rico y complejo argumento de la oración cristiana. De ahí que, a semejanza del citado catecismo, se divida en tres secciones principales: oración personal, comunitaria y contemplativa y mística. Y se ofrezca en forma de diálogo. El texto está enriquecido y avalado con las aportaciones de los mejores maestros espirituales de todos los tiempos.