Después de treinta años, el profesor René Taylor publica su investigación definitiva sobre los misterios conceptuales que encierra El Escorial. Sostiene Taylor que Felipe II y Juan de Herrera eran hombres de su tiempo y, en consecuencia, abiertos a ciertas ideas de carácter arcano muy diseminadas entonces entre los individuos más cultos, ideas que posiblemente influyeron en el desarrollo de El Escorial.En las piedras, en los frescos y aun en la planta de este templo singular perviven, según Taylor, significados ocultos que sólo cabe descifrar con los criterios de quienes entendían la construcción de un edificio como el producto de una operación mágica. Juan de Herrera, hombre versado en matemáticas, arquitectura, astronomía, mecánica, apasionado estudioso de la cuadratura del círculo, coleccionista de piedras talismánicas, experto lulista y poseedor de una biblioteca que abundaba en obras de escritores herméticos, alquímicos y cabalísticos, fue además maestro y valedor del arquitecto jesuita Juan Bautista Villalpando. Todo ello le sirve a Taylor para adentrarse en la hipótesis de que el templo salomónico hubiera sido una idea dominante en la construcción de El Escorial.El autor complementa este brillante ensayo con varios y curiosos apéndices, entre los que figura cierto documento insólito: el Prognosticon, un detallado horóscopo que el Dr. Matías Haco Sumbergense escribió para Felipe II.René Taylor, hispanista de renombre internacional, fue discípulo de Wittkower en la Universidad de Londres y director emérito del Museo de Arte de Ponce (Puerto Rico).Coautor del volumen Dios, arquitecto, que integra la edición de El templo de Salomón según Prado y Villalpando (Siruela, 1991), entre sus numerosas aportaciones científicas al mejor conocimiento de la arquitectura española del Renacimiento y del Barroco destacan sus artículos, ya clásicos, consagrados a Villalpando.