«No con la mirada del viajero, que anota lo que observa y sigue su paso, sino con la visión personal de un extranjero que hace su vida cotidiana en un lugar, que lo conoce y lo ama sin dejar de saber que no es el suyo, Rafael Dezcallar despliega ante nuestros ojos, con extraordinario talento narrativo, el abigarrado tapiz de Oriente Medio sin perderse en el laberinto confuso y, a menudo, exasperante de los hechos y sus antecedentes. Su exposición, informada y rigurosa, es al mismo tiempo un relato y una reflexión, que enriquece lo que ya sabemos y enseña lo que ignoramos. Por sus páginas desfila la realidad más inmediata, la Historia remota y la religión-o, mejor dicho, las realidades, las Historias y las religiones-y su estilo es el del erudito y el escritor que ha escuchado y entendido el vocerío de la calle, el rumor de los pasillos, el verbo santo de Dios y el retumbar de los cañones. De este modo, la eterna contienda de la tierra palestina se presenta convertida en un relato apasionante, y el territorio, apretado y convulso, se transforma en un escenario donde aparecen y desaparecen, dialogan, actúan y, a menudo, se matan las más diversas formas de la religión y la política, la pasión y el designio, la obcecación y la idea, y, en definitiva, todos los conflictos derivados de la condición humana. Pocos libros he disfrutado tanto como esta obra inclasificable» Eduardo Mendoza