Una historia de esperanza. En marzo de 1986, mientras estaba de visita en Israel, al padre de Laura Blumenfeld le disparó un miembro de una facción radical de la Organización para la Liberación de Palestina. Fue el primero de una serie de ataques contra blancos aparentemente accidentales llevados a cabo por una célula terrorista en Jerusalén y en sus alrededores. Milagrosamente, el padre de Laura sobrevivió al ataque. Laura Blumenfeld, juró solemnemente que encontraría al hombre que había apretado el gatillo. Más de una década después, vuelve a Jerusalén.