Con la generalización del consumo, el lujo ha adquirido nuevas proporciones en nuestra sociedad. Ya no se trata de un fenómeno marginal sino de un sector de la economía por derecho propio. Sin embargo, el lujo continúa interpretándose en términos de luchas simbólicas entre las clases sociales, con sus estrategias de distinción y de ostentación por parte de los dominantes. Esta interpretación, ¿resulta todavía defendible? La expansión contemporánea del fenómeno obliga a reconsiderar su naturaleza. Lipovetsky propone un análisis histórico-social del lujo desde la perspectiva diacrónica, mientras que Roux hace una lectura mercadológica y semiótica de la situación actual. La apuesta del libro consiste en cruzar ambas perspectivas.