El Concilio Vaticano II considera a la santa misa fuente y cima de toda la vida cristiana. La liturgia de la Iglesia, en la que cielo y tierra se encuentran, es para los creyentes profesión viva de fe y encuentro con Dios. En cada santa misa el cristiano se introduce en el centro de la fe. En la siguiente obra el obispo Gerhard Ludwig Müller presenta la misa como un acontecimiento dramático que tiene lugar entre Dios y el hombre y que nos afecta en lo más íntimo. Su recorrido a través de la liturgia proporciona abundancia de tesoros de la fe que el autor muestra a los lectores mediante el comentario de las partes fundamentales de la celebración litúrgica. Con ello, monseñor Müller muestra también que la fe y la doctrina de la Iglesia derivan de la Sagrada Escritura, a luz de una tradición de maás de 2.000 años. De esta forma, la misa puede ser considerada también como doctrina de la fe católica orientada liturgicamente, doctrina que es desarrollada a partir de la fuente de la vida cristiana.