El camino de la cruz no es más que lo que la piedad cristiana denomina "Vía Crucis". Los doce Vía Crucis presentados en esta obra pretenden ser una ayuda para hacer bien ese camino, porque para conseguir la vida, para llegar a la gloria y para entraren el Reino, todos hemos de recorrer nuestro Vía Crucis. Lo hizo el Señor, y de un modo u otro, no podemos menos de hacerlo también nosotros. Por la cruz se va a la luz, ya que el camino del Calvario es el camino del cielo, cuyas puertas sólo se abren con la llave de la cruz. De los doce Vía Crucis presentados, nueve corresponden al esquema tradicional, que se inician en la condena a muerte de Jesús por Pilato, y tres se corresponden con el modelo denominado "Vía Passionis", propuesto entre otros por Juan Pablo II y el Beato Domingo Barbieri.