Se ha escrito que Javier hacía tanto fruto en Europa con sus cartas como en la India con sus trabajos y des-velos misioneros. Prueba de ese fruto es sin duda esa riada de hombres y mujeres que, movidos por los ejem-plos de este hombre de Dios, inundó y sigue llegando a las tierras de misión; o la de cuantos, sin salir de su am-biente, le ven como modelo de servicio y entrega a los demás. Hoy, con motivo de la celebración de los 450 años de su muerte, y para sentir aún mas viva su presencia entre nosotros, presentamos esta biografía tratando de que sea más asequible a la gente de a pie que las muchas y buenas que ya existen.