Todo empezó cuando Hart Evans lanzó una goma elástica y le dio al señor Meinert, el director del coro. Aunque en realidad, había empezado antes, cuando el señor Meinert supo que iba a perder su trabajo porque el presupuesto del pueblo no podía afrontar el gasto de los profesores de música y arte. El señor Meinert se enfadó tanto con Hart que dejó en manos de sus alumnos el concierto de Navidad. Podían hacerlo o no: todo dependía de ellos. Salido del caos, las luchas internas, el compromiso, el idealismo y, por último, de una paz frágil, se celebró el concierto del coro de sexto. Un concierto llamado Esperanza Invernal. ¿Pero sería el último concierto de todos?